Uno de los mejores libros que leí este año. Hace tanto tiempo lo tenía en mi mesita de luz, pero habían tantos libros también ahí que, bueno ahora estoy tratando de liberarme del mal hábito de leer varios a la vez porque nunca terminas de leer un libro de esa manera.
Este libro responde a la premisa: ¿algún día nos llegamos a convertir en lo que queríamos ser y ahí se acaba todo? Desde el prefacio, la ex primera dama de los Estados Unidos nos adelanta que crecimos bajo la sombra de una pregunta que se le formula a todos los niños.
¿Qué querés ser cuando seas grande? Esa aparente inocente pregunta en realidad define nuestro rumbo. ¿A cuántos de nosotros no nos preguntó algún adulto esa pregunta? A mí varias veces. Y me acuerdo una en particular. Dije que me encantaba las artes y que quería pintar o tener algo que ver con eso. Me respondieron que me “iba morir de hambre”.
Claramente a esa edad no me iba dar cuenta de lo que eso implicaba, pero sabía que no era la respuesta que tenía que dar. Me marcó tanto que eliminé de mí esa opción y ni siquiera tomé las clases de pintura que quería. No es que estoy enteramente alejada de las artes o cultura, escribo sobre eso en mi trabajo y tengo este blog, pero nos marcan esas respuestas.
Michelle cuenta que ella también pasó por eso. Que no fue consciente de lo que le generó pero que empezó a dar las respuestas que los adultos querían. “Veterinaria” “Abogada”, etc. Hasta que se convenció de eso. Y marcó sus objetivos de vida en base a ello. Sin embargo, al graduarse e ingresar en un bufete de abogados se dio cuenta que no era eso lo que la realizaba.
Sin darles más detalles para que lo lean y descubran por ustedes mismos, lo que me encantó del libro es que cuenta su experiencia en esa travesía. En descubrir cosas de ella misma, lo que le gustaba, en lo que era buena. Y cómo fue uniéndolas para trazar un rumbo profesional que fusione todo ello. Que una carrera profesional no te define, puede ser la palanca para hacer otras miles de cosas relacionadas a ella.
Sumamente inspirador y reflexivo, para extraer esos principios y analizarlos en nuestra vida. Saber que no es que cuando nos graduamos de la universidad y conseguimos el trabajo que va con eso, ya está. “Llegamos”. Por eso me gusta que el título en inglés sea “Becoming”, el tiempo verbal en presente participio que indica que esa acción aún está realizándose.