Lo quería leer porque vi que Steven Spielberg era el director a cargo de su adaptación al cine y que la película tenía fecha de estreno local para finales de marzo.
La idea está muy buena. Un futuro distópico en el que el planeta quedo con tan pocos recursos que hubo una crisis energética mundial y el exceso de población empujó una nueva forma de asentamientos: casas rodantes apiladas unas encima de otras formando ‘torres’ de veinte pisos.
El protagonista, Wade, es huérfano y vive con su tía (y varios inquilinos más) en una de casas rodantes apilada en la altura. Él como casi toda la población hace su vida en OASIS, un software de inmersión a la realidad virtual, más real que la propia realidad que muchos alcanzarían. Y era mejor estar ahí que en el oscuro mundo real (literal, con poca luz solar, excesiva contaminación, etc.).
La aventura empieza cuando se anuncia que el creador de OASIS, James Halliday, fallece, pero nadie comprende el porqué del eco de la noticia. Halliday había dejado un concurso de testamento, y quien lograba superar el desafío del juego, sería el acreedor de toda su fortuna y OASIS, debido a no tener herederos.
Admito que captó mi atención. Y toda la idea de que Halliday haya tenido una obsesión con la década de los 80 lo hace sumamente interesante. Todos los desafíos que va sorteando el protagonista tienen que ver con la cultura pop de la década. Más que recomendada para gamers o fans de la nostalgia.
Me costó un poco terminarla, pero eso lo dejamos para la siguiente reseña, porque de ahora en más sumamos la <post lectura> por cada libro.
Hasta la siguiente lectura!
leemente.com 