Lo que me cautivó desde que me enteré que existía este libro fue que a la autora, Jojo Moyes, reconocida por Yo antes de ti, le llegó la idea de escribir sobre la vida de estas mujeres bibliotecarias en plena Gran Depresión en Estados Unidos, gracias a un artículo de la revista del Smithsonian (institución que tiene un conjunto de museos y centros de investigación a su cargo) que fue el detonador de la idea.
En ella se podía ver incluso, una foto de las mujeres a caballo de la época en Kentucky. La Gran Depresión duró desde 1929 a 1939 y la primera dama en aquel entonces, Eleanor Roosevelt, instauró el Pack Horse Library Project en 1934, para ayudar a las comunidades que se encontraban aisladas en las montañas a educarse y aprender a leer. Hasta 1930 solo un tercio de la población en Kentucky podía leer.
¡Qué genial tener tantos datos e incluso fotografías documentadas! La autora dio con ese artículo en el 2017 y ahí comenzó a investigar sobre la vida de estas bibliotecarias en esa época. Cómo era la vida doméstica de estas mujeres, sus familias, cuáles eran las costumbres, si se les pagaba por el trabajo, los embates climáticos de las montañas que debía sortear para llevar los libros en préstamo de la biblioteca itinerante, etc.
Y todo esto lo volcó en la historia ficticia de seis mujeres bibliotecarias en Kentucky a partir de 1937. Una de ellas, Alice, una inglesa que se había casado con un estadounidense y se había mudado recién allí, huyendo de la vida muy predecible que llevaba en Inglaterra sólo para darse cuenta que se sentía igual de atrapada que en su país natal.
Las cinco restantes, Margery, Sophia, Beth, Izzy y Kathleen, nativas de la zona que conocían muy bien la comunidad y hasta, alguna de ellas, los caminos más peligrosos de las montañas. Si bien al comienzo se me hace un poco lento hasta llegar al desarrollo, creo que las historias de cada una de ellas son muy emotivas e inspiradoras.
Me gustó muchísimo conocer más de una época y cultura de la cual no sabía mucho, como también imaginarme, vivir y sentir los obstáculos que pudieron enfrentar. Más aún, para una época y lugar en el cual las mujeres enfrentaban muchas limitaciones.
Es una lectura que le recomendaría a todo bibliófila/o, más aún si ama las montañas y los caballos. Para mí definitivamente fue una combinación de todas las cosas que más me apasionan. Sin duda, es un homenaje al poder de los libros, de enseñarnos, cambiarnos, acompañarnos en los momentos más difíciles, de transformarnos en todas las áreas de la vida.
“Esto es lo que la gente no ve, envuelta en sus ciudades, con el ruido y el humo, y sus diminutas cajas por casas. Allí arriba puedes respirar. No se puede oír hablar ni al pueblo. Sin ojos puestos en ti, excepto los de Dios. Solo eres tú y los árboles y los pájaros y el río y el cielo y la libertad… Allí afuera, es bueno para el alma».